Ser familia compuesta, reconstituida, step family o como le llamamos nosotros «los míos, los tuyos y los nuestros» es toda una aventura, hay muchas piezas que han de encajar para que la relación fluya y la convivencia sea lo mejor posible.

Cuando te divorcias teniendo hijos crees que será muy difícil rehacer tu vida con otra persona, bueno eso cuando empiezas a planteártelo, porque de entrada esa posibilidad no pasa por tu cabeza. Pero pasa el tiempo, la herida empieza a curar, conoces gente y te entran dudas ¿como voy a rehacer mi vida llevando pasajero a bordo? Si iniciar una relación estando sol@ ya tiene su aquel, si encima le sumas que vienes de una relación de años y con uno o más hijos…ni te cuento.

Pero llega el día, conoces a alguien congeniáis, empezáis a hablar y resulta que también tiene hijos…bueno, es un punto a favor (en la mayoría de los casos, porque si congenian de lujo, pero como se lleven a matar…pero bueno esto da para otro post) empezáis a quedar, la cosa avanza y empezáis a plantear como hacer que vuestros hijos se conozcan, bueno y claro está, conocerles vosotros si no lo habéis hecho ya.

En nuestro caso, cuando nos conocimos Miguel tenía 7 años y Carla 3 años y medio. Decidimos quedar los 4 e ir a pasar la tarde juntos. La verdad que a pesar de la diferencia de edad congeniaron bien y pasaron la tarde jugando juntos y para nosotros fue todo un alivio. A ese día le sucedieron más planes juntos y fuimos forjando la relación entre los 4, porque claro, aquí no solo cuenta que los peques se lleven bien, sino que la pareja congenie bien con el hij@ del otro. Y lo más importante es no forzar nada.

Si todo va bien vivís juntos u os casáis y en algunos casos, como el nuestro, tenéis un hijo en común. Nosotros tuvimos a Noah 2 años después de conocernos y fue lo que terminó de unir nuestra relación y nuestra familia.

Lo que hay que tener claro es que formar parte de una familia compuesta es un continuo aprendizaje y una prueba constante y los padres hemos de ser conscientes de ello y tener muy claro como va a ser la educación en nuestra casa de los hijos de ambos.

En nuestra casa nunca se ha dicho por ejemplo «es que tu hijo o mira tu hija» nunca, la frase que incluye «tu hijo», «mi hijo» me parece tan despectiva y que puede hacer tanto daño a la relación…porque estas levantando una barrera en la que delimitas muy mucho las competencias de cada uno respecto a tu hij@ y al hij@ de tu pareja.

Nosotros educamos, alabamos y corregimos a nuestros 3 hijos por igual, porque aunque todos no sean de nuestra sangre los consideramos hijos nuestros por igual, para lo bueno y para lo malo, aquí no hay distinciones. En el momento en que los padres hacemos distinciones, inevitablemente van a surgir también entre los pequeños y eso puede crear situaciones complicadas y desagradables.

Si empiezan a surgir conflictos entre los peques o entre nosotros con el hijo de nuestra pareja, lo más importante es hablarlo, primero entre la pareja y luego en familia para buscar soluciones, para evitar que esas situaciones pongan en peligro la estabilidad de nuestra familia.

Vamos a por el segundo menú familiar. Como veréis cambian las recetas, pero suelen ser las mismas opciones…comer variado, pasta, carne, pescado, ensalada,…

Aquí hay más comidas y cenas en común para los papis y los peques. También hay platos que como no suelen ser habituales, os adjunto también la receta de los mismos. Si queréis ampliar información de las recetas o ver el resultado podéis acceder a mi blog de cocina http://www.lacocinitadealicia.com

menú familiar semana2

Sopa de pollo y verduras

Pastel de carne

Espero que os guste también este menú.

Cuando se es hijo único como es mi caso, entender la relación entre hermanos no es fácil. Todas mis amigas tenían hermanos mayores y/o pequeños y había una parte de mi que las envidiaba, pero no llegaba a entender la relación, el sentimiento y la conexión que podían tener entre ellos.

Siempre dije que tendría al menos 2 hijos, porque quería que si tenía un hijo supiese que era tener un hermano, que tuviese alguien con quien compartir su vida, sus juegos, sus risas, sus llantos…todo.

He de decir que la relación de mis amigas con sus hermanos no siempre era idílica. Igual jugaban juntos como estaban peleándose, pero como todo son etapas, conforme fueron crecieron sus relaciones mejoraron y se llevan de maravilla y se apoyan en todo.

Está claro que tener más de un hijo no es sencillo, por muchos motivos y uno de ellos son las peleas, siempre hay uno que pincha al otro y acaban liándose a discutir e incluso a pegarse.

Hay que intentar no meterse en medio, explicarles cuando se enfaden que tienen que buscar ellos una solución, a ver, hasta cierto punto, si la cosa pasa a mayores y terminan pegándose evidentemente hay que intervenir, separarlos y calmarlos, entonces una vez calmados deben intentar solucionar sus diferencias, si es necesario con nuestra ayuda y pedirse perdón.

Si las peleas entre nuestros hijos son constantes también hemos de observar el motivo por el que habitualmente se pelean y pensar nosotros como tratamos a cada uno, aunque intentemos no favorecer más a uno que a otro puede que de forma inconsciente lo hagamos y es probable que ese sea el motivo de algunas de sus peleas…los celos.

Siempre habrá un hermano mayor que verá alterada su vida dentro de la familia, porque el tiempo que antes dedicábamos en exclusiva para él ahora ha de compartirlo con un bebé que necesita a mamá y a papá casi en exclusiva. Aquí lo importantes es que los papis hagamos piña y nos organicemos para no desantender a ninguno en favor del otro. Divide y vencerás 🙂

En nuestro caso mi marido y yo pasamos de tener un hijo cada uno a tener dos y en poco tiempo ya eran tres, así que aquí el proceso de adaptación fue progresivo, pero fue un proceso para todos, no solo para los niños.

Por suerte Carla y Miguel a pesar de la diferencia de edad congeniaron bien desde el principio y Miguel siempre ha ejercido de hermano mayor con ella y siempre han tenido una relación de hermanos, porque igual que se buscan para jugar, se enfadan y se huyen.

Ahora los tres son una piña. Miguel y Carla se preocupan de Noah, juegan con él, le riñen cuando deben hacerlo,… bueno y le consienten también jajaja. Pero están los 3 encantados de tenerse y esperamos que siga siendo siempre así.

Lo importante es que los momentos de discusión y pelea sean los mínimos y que el resto del tiempo se lleven bien, se busquen, jueguen y se preocupen unos de otros. De no ser así habría que analizar bien donde está el problema entre ellos y buscar ayuda si fuese necesario.

¿Vuestros hijos pelean mucho?